Tantas cosas hay que buscar en esta vida que no se por donde comenzar a buscarlas.
Una mujer para no estar sólo… SÍ, puede ser que fuese bueno; pero la soledad también es buena para nosotros los que vivimos solos. A muchas personas la soledad les da miedo, les da tristeza y ven sombras donde no las hay.
Tener y no tener es lo mismo. Verán: yo vivo en la soledad de la vida, no lloro cuando esas sombras me invaden, me dicen cosas al oído y sonrío al ver que es cierto que te acompañan luces de colores que te llenan de reflejos esos momentos de tristezas.
Tener lo mismo que antes tuviste, para qué… buscar algo diferente, a estas horas de la vida… ¿Lo ven justo?
Cuando vivía los años de mi plenitud, no lo tenía… ahora he de buscarlo. ¿Qué he de encontrar, que tengo que buscar, como es esa mujer que pudiese acompañar mi vida el resto de los días que me quedan en este infierno?
Veo a tantas mujeres hermosas, bellísimas y me pregunto… por qué no tuve una de estas y tal vez hubiese sido feliz. Hoy las miro y me digo para mi… con que te la piensas comer si no tiene dientes para poderlas masticar.
El tiempo pasa, el viento arrastra las hojas secas y el campo queda desierto, las lluvias embarran los surcos y detrás de todo este periodo de tiempo vuelven a florecer las flores en esta tierra desierta.
Tener lo mismo que antes, no merece la pana buscarla… es tiempo perdido. Somos los hombres los que queremos tener otra oportunidad en esta vida; o son las mujeres las que buscan a los hombres que están solos… Qué clase de mujeres necesitas para no quedar en evidencia y que merezca la pena de lo que tuviste anteriormente a esta soledad que padeces… claro está, según dicen las gentes, esas que te dicen lo que has de hacer.
Creo que todas esas personas que te buscan una compañera; son ellos los que están solo en verdad, tú vives en ese silencio de la noche, en esas horas de soledad y entre las sombras y en la luz buscamos algo que nunca tuvimos, eso es el amor, el placer de tener a tu lado alguien con quien poder hablar, comentar, saborear las bellezas de la música, de la pintura, de todas las clase de artes que existen en este mundo y no la tuviste… para qué buscar si no la hay, todo es interés por vivir bien, en lujos que solo sirven para dar envidia de todo cuanto tienes; pero por lo demás, que es el amor si estas acompañado de un pedazo de madera y que solamente le gusta algo tan interesante como el pronto, viendo a la Velen esteban y compañía, con este tipo de mujeres; perdonen pero no vale la pena intentarlo de nuevo… me quedo solo y bien me lamo.
Antes tuve una fuente de aguas turbias, de fácil acceso y en la que otros podían beber. No, no es eso lo que en verdad hay que buscar. Esa mujer que no creo que pueda existir y que cada vez que abra la boca me tendría que enseñar cosas nuevas, e interesantes que yo aprendiese para no cometer torpeza laguna y, aprender a ser feliz que ya es difícil en este mundo.
Buscar la belleza sin haber mirado dentro de sus pétalos, ya lo hice y el resultado fue desastroso en mi vida. Miré, vi, vencí; yo lo no pude decir como dijo Napoleón.
Una y muchas veces se equivoca el hombre, pero la mujeres sonríe al ver que no aprendemos y por más que nos hagan; no quiero buscar lo que en verdad no lo hay. Esa mujer capaz de dar sabiendo que la persona que está a tu lado quiere aprender, no la he tenido en toda mi vida. El resto no vale la pena seguir buscando algo que jamás ha existido para mí.
El forjador de sueños
José Rodríguez Gómez
El sevillano sty��|�8�