Sentir como suena tu voz, tener junto ami el sudor de tu piel y resbalar mis manos por las escamas blancas de tu cuerpo. Ver en la profundidad de tus ojos el fondo de mi alma, y tenerte cerca; no poder tocarte. ¿Estoy muerto… o tal vez sea que el viento me aleja de ti? Quiero ser una hoja que le arrastra el viento; me levas a ese rincón donde se pudre mi alma, no ves que ya no tengo la vida sobre mis entrañas y dejo cerrado mis ojos para que no pueda verte. Llévame contigo, quiero vivir sobre el silencio de tu voz. Ser una parte de tu alma, déjame soñar contigo, soy para ti la sombra de tu pasado, el presente no me importa; deja que cure tus heridas y después de mi… que más da quien este entre tus brazos,. cada poso que das; detrás de ti camino, en silencio, te sigo a todas parte, y tú, ni me mieras para ver si te voy siguiendo… que te importan mis sentimientos si tú sabes que me estoy muriendo por ti y, te ríes al verme llorar como si yo fuera un perro.
El forjador de sueños
José Rodríguez Gómez
El sevillano