¿Quien es el dueño del amor, tú, y tu te lo crees, vamos dime la verdad; tu piensas que eres al dueño del amor entre tú y tu pareja? Los hombre pensamos, decimos que somos lo dueños, contamos cosas que son mentiras y cuando estamos en reunión de hombres decimos cosas que ni tú te las puedes creer. Es verdad solo con ver a una mujer que te hace mirar y mirar y ver sus contorneo de cinturas, tú ya te dices que as estado con ella y crees que ella te quiere, cosas que son mentiras y las cunetas como si fuesen verdad. ¡Cuantas cosas pensamos y cuando, estamos cerca de ellas las miramos y decimos que me da miedo acercarme a ella es tan bella y tiene un glamour que es demasiado y no tengo el poder de ser el hombre elegido para ella! Si es verdad tienes miedo, somos como el pequeño insecto que se cree el más fuerte; creemos que nuestro físico es el que le agrada a ella, cuando contamos cosas de las mujeres decimos que son todas tuyas y que as estado con tantas y siempre se dice que están muy buenas y que tiene unos pechos preciosos, si es verdad que los tiene; pero quien es el que se la ha llevado al dormitorio tú, venga ya, tú te lo has creído y solo cuentas mentiras para decir que ere un macho ibérico. ¡Pues lee y veras quien es el dueño del amor! Tú lo dices, y te lo crees, pero el verdadero dueño es ella, si la mas débil de la casa, siempre callada, y cuando mira ve al hombre que le gusta, si le gusta mucho, ella se lo puede llevar donde ella quiera, y tú ni te enteras. Es ella la que se enamora y no tú, cuanto sueños tenemos, muchos y cuantos son verdaderos, pocos; ella callada no dice nada se lo guarda adentro de ese trozo de corazón donde ella tiene una caja donde gurda los verdaderos amores que ha tenido antes, y después de estar contigo, y tú te has enterado de algunos. ¡No tú piensas que ella es la simple ama de casa que te respeta siempre, y te deja que tú digas y cuentes mentiras, ella en silencio te escucha y se dice para su interior que imbécil mira que contar cosas para hacerse un hombre antes tus amigos. ¡Si él supiera que yo sin decir ni media palabra he tenido los amores que mis ojos me han dicho, ese es el hombre que puede hacerme feliz entre mis sabanas de sedas y cuando hemos terminado pongo las sabanas usadas para que puedas dormir; te doy un beso, y te digo, tengo jaqueca y tú te das ¡media vuelta, me dejas descansar para que yo cuando quiero lo hago con el hombre que entre las sombras esta escondido y cuando tú muy temprano te vas, es el momento de comenzar el amor, a si que no digas mentiras; que somos las mujeres las que dominamos al hombre cuando queremos, y de la forma que nos creamos mejor. ¿Te das cuenta de lo que es el a mor? Un sueño, si un sueño, pero cuando lo queremos hacer realidad ni tú ni nadie puede decir que somos las que llevamos el amor entre los labios pintados de carmín, y del color que a él le gusta, para saborear el dulce aroma de mis labios. ¡Pequeño incesto! EL FORJADOR DE SUEÑOS.