Si era cierto ellos se querían de una forma como si desde el cielo los hubiesen hecho a mediad el uno para él otro, pero en este mundo nada se podía comparar con ellos. La señora mientras estaban hablando con su marido, se salió al puerta de su casa, diciendo que iba a barrer la calle María quiso acompañarle pero que en vez de la señora fuese ella la que le barrería la calle, mejor dicho las aceras que ocupaba la fachada de su piso; pero ella so opuso diciendo. ¡No cariño esto lo hago yo cada mañana para que la entrada este completamente limpia, y lo tengo ya por mano y lo hago en un momento, tú por favor quédate con mi marido y con pepe que se que no te dejaría sola así que yo termino en poco tiempo y estoy con vosotros y después salimos a pasear! ¿Te parece bien lo de que nos vamos a pasear? ¡Sí me gustaría ver esta ciudad ya que en mi pueblo no hay nada que ver y esto tiene que ser muy bonito, según hemos visto cuando llegaba el tren! Sigue leyendo